boza

Me llamo Carmen, y hago musica bajo una identidad falsa, BOZA.

Naci, por si a alguien le interesa, 9 días despues de que U2 diesen su primer concierto en España, y congregase a la mayor multitud vista hasta el momento en un concierto, 135.000 personas.

Esto fue el 24 de Julio de 1987.

Nunca fuí demasiado avispada para descubrir cosas. Por eso no descubrí que la música era mi media naranja, hasta que la cantante canadiense, Avril Lavigne, acordó un matrimonio concertado y sin mi consentimiento con una guitarra vieja y desafinada de alguien. Yo quería ser ella a mis 15 años.

Toqué y retoqué mil canciones.

Un día, que mi memoria de pez no alcanza a dilucidar, compuse una canción.

Pudo ser con 17, supongo.

Hablar de las influencias es algo que siempre me genera un poco de inquietud, porque pienso que quizá, alguien puede pensar que son influencias del tres al cuarto, que no puede ni podría en ningún caso, surgir un buen músico de ahí.

Pero lo cierto es que me da igual, desde que soy adolescente, he sido aficionada a poner en modo repeat, todas las canciones que me fascinaban aunque fuese por un pequeñisimo detalle.

Lo primero que recuerdo escuchar ansiosamente es "Romanza" de Andrea Bocelli.

Desde ahí, me he dejado fascinar muchas veces. Christina Aguilera, Alicia Keys, Antonio Vega, Andy Timmons, John Mayer, Brooke Fraser, Jose Antonio Delgado, Jorge Drexler, José Gonzalez, Kings of Convenience, Bon Iver, y más que vendrán..*

*(Supongo que esta lista, como la he hecho sin premeditación, tiende a citar más músicos que he conocido recientemente, pero esta lista está formada por todos los que me hayan sacudido fuerte de una u otra forma)

Si ahora hay que hablar de los logros, hablemos de logros.

He logrado ser mejor persona desde que empecé a explorar la música.

He logrado sacarme de dentro, o localizar al menos, algunos de mis peores demonios.

He quedado semifinalista en algún concurso, he recibido algunas palmaditas en la espalda, y algunas en el culete.

Y con eso ya debería ser suficiente.

Me enfadé, o me puse triste. Vendí una guitarra que despues de 4 años, me había costado mucho, esfuerzo y dinero, comprar. Fué un crimen pasional.

Y dejé de tocar.

Quise creer que podía controlarlo, pero no era así.

Al poco tiempo, me hice con un teclado que aún conservo y solo tiene un sonido y muchas teclas. Y a falta de cuerdas, buenas son teclas. Empecé a tocarlo, a aporrearlo, y a veces hasta acariciarlo.

Fruto de eso desarrollé una habilidad al piano que puntuaría con un 5 sobre 100. Pero me fascina poder aprender a tocar otro instrumento. Y seguir haciéndolo.

Hice versiones, trocitos de estrofas perdidas en mi cabeza, y finalmente canciones.

Hice algunas.

Luego me marché de mi pueblo, ciudad (nunca sé como llamarlo) natal, La Línea de la Concepción en mi adorado Cádiz, para probar suerte en muchos sitios.

Finalmente me he quedado en Málaga por el momento. Aquí descubrí el amor a primera vista paseando cerca de una tienda de empeños.

Compré una Taylor 410e.

Y fuí feliz en ese momento, y durante el resto del día.

Desde entonces, no he podido dejar de pensar en música.

Me gusta creer, aunque se que es una idea absurda, que las canciones están escondidas entre las cuerdas de mi guitarra esperando que los dedos acaricien las notas en el orden correcto, como si fuese la clave de una caja fuerte.

Yo sigo buscando claves.

Salud.

boza.